viernes, 30 de agosto de 2013

CAUTIVO EN LA PATAGONIA - Benjamín Franklin Bourne


                                                           Ediciones Continente
                        2006 - 125 pág


El sorprendido aventurero Benjamín Franklin Bourne salió de la costa este de los Estados Unidos con la intención de hacerse rico con el oro del oeste. Pero su barco, que a la sazón debía atravesar el Estrecho de Magallanes, tuvo la mala ocurrencia de pararse a negociar con unos habitantes naturales que parecían pacíficos. Como resultado, Bourne y otros socios en desgracia, cayeron en manos de una tribu de 'gigantes patagones'. Los casi cuatro meses que pasaría en condición de cautivo transformaron su viaje en una auténtica odisea que cuenta, con prosa sencilla y vistosa, en Cautivo en la Patagonia, una obra de 1853 preñada de exotismo y aventura. Bourne describe sus padecimientos y privaciones así como los hábitos y supersticiones de esos 'gigantes': la vestimenta, la comida, la caza del guanaco y del puma, y la captura de caballos. El autor no evita giros efectistas ni cierto dramatismo, pero construye un texto verosímil y de muy grata lectura.

ACERCA DE ESTE LIBRO: el libro forma parte de una colección de 26 títulos que publicó Ediciones Continente junto con la Fundación de Historia Natural Félix de Azara de Buenos Aires, todos dedicados a la Patagonia.
Se puede conseguir en librerías fácilmente.

OTRAS EDICIONES:

- Emecé   1998  215 pág






miércoles, 28 de agosto de 2013

MONTEVIDEO Y BUENOS AIRES A MEDIADOS DEL SIGLO XIX - Dr. Amédée Moure


                                                             Editorial Perrot
                                                               1957 - 62 pág

El médico y escritor francés Amadeo Moure llegó al Río de la Plata en 1847.
Conoció el Montevideo de la Guerra Grande y pasó luego a Buenos Aires donde instaló por algún tiempo su consultorio. Espíritu observador y sagaz, tomó nota de sus experiencias de viaje y las utilizó diez años más tarde para escribir dos artículos sobre Montevideo y Buenos Aires.
No pretenden ser cuadros definitivos o acabados sino sólo acuarelas realizadas con pocas pinceladas, en las que la profundidad cede paso a la espontaneidad. Tampoco podrán constituir la fuente principal para quien quiera documentarse sobre el Río de la Plata de mediados del siglo XIX, pero sí le ofrecerán detalles pintorescos, rasgos curiosos, olvidados por otros viajeros de la época.
Las azoteas montevideanas con sus tertulias estivales, las calles y edificios de la Nueva Troya, las procesiones de la semana santa porteña, la burlesca quemazón de los judas cargada de intención política, aparecen registrados en las páginas de este francés culto y algo excéntrico, testigo y fiscal del Río de la Plata de antaño.

ACERCA DE ESTE LIBRO:  ejemplar muy difícil de conseguir. Puede encontrarse en Mercado libre.

viernes, 9 de agosto de 2013

EL RÍO PARANÁ - CINCO AÑOS EN LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA (1857 - 1862) - Lina Beck Bernard


                                                                    Emecé 
                         2001 - 220 pág


Un retrato poco conocido de Lina Beck Bernard


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El Museo Histórico Provincial de Santa Fe, ubicado en San Martín y General López, ofrece un retrato prácticamente desconocido de Lina Bernard de Beck. La esposa del fundador de San Carlos, Carlos Beck, vivió en esa ciudad durante los años 1857 y 1862.
Al llegar a Santa Fe, la familia ocupó una antigua casona con mirador, frente a la llamada Plaza del Congreso (hoy plaza 25 de Mayo).
Desde la azotea Lina vio transcurrir aspectos de la vida santafesina que fueron plasmados -entre otros temas- en el libro: “El río Paraná, cinco años en la Confederación Argentina” (1864), una interesante obra que sigue siendo utilizada como fuente para conocer detalles de la cotidianeidad en la región y en la ciudad de antaño. Años después publicó en Europa “Fleurs des Pampas, Scéne et souvenirs du désert argentin” (1872), en relación a los años vividos en nuestro país.
CARTA DE VISITA
En la fotografía se lee: “Sra. Da. Isabel S. de Sotto, obsequio de su amiga Lina B. de Beck. Julio, 1862” (la señora Isabel Sanginés de Sotto era la propietaria de la casa que la familia Beck Bernard alquilaba en Santa Fe).
Este formato es conocido como “carte de visite” o “carta de visita”. Este tipo de técnica se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX y se popularizó durante varios años; el cliché medía aproximadamente 6 cm de ancho por 10 cm de alto.
Un nuevo lanzamiento de la colección El País del Sauce

El río Paraná según la mirada de una viajera alsaciana del siglo XIX

Las editoriales de la Universidad Nacional del Litoral y la de Entre Ríos reeditaron El Río Paraná. Cinco años en la República Argentina de Lina Beck-Bernard, que vivió junto a su familia en la ciudad de Santa Fe entre 1857 y 1862.

El río Paraná según la mirada de una viajera alsaciana del siglo XIX
Puerto santafesino - Lina llegó junto a su marido, que reclutaba inmigrantes europeos para fundar colonias agrícolas.
Las islas del Paraná (…) son verdaderos ramos de flores, elevándose del seno de las ondas como un lugar encantado por algún dios pagano. Aparecen pájaros magníficos, el flamenco con alas rosadas, el ibis de un blanco nieve, cercetas, gallinetas de agua, el cisne blanco con cuello negro y mil otros huéspedes con plumaje brillante que se cobijan en estos nidos de flores o navegan sobre estas aguas profundas; mientras que en la maleza espesa de juncos y cactus, el jaguar o tigre de América espía al viajero imprudente que se aventura demasiado cerca del borde o, a falta de esta presa, acecha los grandes dorados del Paraná que vienen a depositar sus huevos entre hierbas flotantes", escribió la viajera alsaciana Lina Beck-Bernard al contemplar el río desde la goleta en la que llegó con su familia a la ciudad de Santa Fe. Allí vivieron entre 1857 y 1862, en una casona donde tomaría los apuntes de un libro de viajes que escribió tras su regreso a Europa.
Así, en 1864, se publicó en París Le rio Parana: Cinq années de séjour dans la République Argentine. Escritas en francés, estas páginas construyeron un relato singular porque si bien contaban una experiencia transoceánica, también se detenían en la historia de una estadía, de una permanencia en un lugar. El libro se conoció en Argentina recién en 1935, cuando el historiador santafesino José Luis Busaniche tradujo la obra y la publicó en El Ateneo con varios párrafos suprimidos (aquellos donde Lina hablaba mal de Juan Manuel de Rosas) y con un título diferente: Cinco años en la Confederación Argentina. Esa misma edición volvió a publicarse en 2001 por Emecé. Ahora, El río Paraná: cinco años en la República Argentina acaba de ser coeditado por la Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Nacional de Entre Ríos, por primera vez con su título original. El texto ofrece traducción directa del francés a cargo de Cecilia Beceyro, la inclusión de los párrafos suprimidos y un extenso estudio –que incluye cronología, bibliografía y notas– realizado por Claudia Torre. De este modo, el itinerario de Beck-Bernard recobra la voz original de la autora, donde aparecen los hechos cotidianos, el río, los animales, las conversaciones, la comida y todos esos pequeños universos que se despliegan con la idea moderna de progreso como telón de fondo. 
Es verdad que el viaje de la autora estuvo indisolublemente ligado a su vínculo marital: su esposo, Charles Beck, lideraba la agencia de inmigración y colonización que propició el tránsito hacia Sudamérica. En ese marco, se entiende que la escritora subraye procesos de diversidad social y cultural en función de cambios que ella entiende como necesarios a mediados del siglo XIX, un momento donde la provincia de Santa Fe se encontraba en un estancamiento económico significativo. Sin embargo, registra los grandes hechos a través de una mirada personal, capaz de combinarlos con detalles casi imperceptibles. Así observa, por ejemplo que si bien las mujeres criollas "no tienen instrucción" sí tienen "educación". "Desde pequeñas, aún niñas, son capaces, de tacto, de trato social, de buen juicio, de sentido común. Tienen en general un espíritu observador, una excelente memoria, una habilidad prodigiosa en todos los trabajos de su sexo, una gran facilidad para aprender y un gran espíritu natural. Todo esto en medio de supersticiones, ignorancia y descuido. Pero se ve que ahí hay buenos elementos", escribe. Con los varones es menos condescendiente (también, con la Iglesia): "El criollo, indolente y supersticioso por costumbre, es por naturaleza un observador malicioso, burlón, aficionado a los epigramas y a los apodos." 
El viaje se inició el 9 de enero de 1857 en el viejo puerto de Southampton, en el sur de Inglaterra, con escalas en España y Lisboa. El primer contacto con América tuvo forma brasilera a través de Pernambuco y Bahía. Luego, junto con las cúpulas redondeadas de Montevideo, aparece el Río de la Plata. Y al fin, navegando en una goleta por el río Paraná, la familia Beck-Bernard llegó por fin a Santa Fe. Todo este itinerario encuentra en la voz de Lina un tono voluptuoso que no pretende ser naturalista y que incluso, dice Torres, puede considerarse una veta de lo que reaparecerá en la narrativa latinoamericana del siglo XX "diseminada en las eficaces operaciones del realismo mágico". Torres también señala que estas memorias de viaje fueron "en tanto actualización del recuerdo de la experiencia de viaje realizada unos años antes, no se limitan a contar la administración de un proyecto colonizador sino que exhiben una versión articulada del Litoral Argentino de mediados del siglo XIX y lo que significó el contacto con este mundo para una mujer ilustrada de 1860".  «

ACERCA DE ESTE LIBRO:  El ejemplar no es muy conocido, hay que buscarlo bastante y la última edición es del año 2001, por lo que hay pocos números dando vuelta.

OTRAS EDICIONES: 
- Ed. El Ateneo       1935   280 pág

VIAJE A TRAVÉS DE LAS PAMPAS Y LOS ANDES - Sir Francis Bond Head


                                                                Editorial Claridad
                                                                  2012 - 157 pág


Francis Bond Head, ingeniero militar inglés, fue nombrado en 1825 gerente en la Argentina de la Río de la Plata Mining Company, una de las dos firmas que por entonces se constituyeron para explotar la supuestamente ingente riqueza del Famatina en minerales preciosos. Se trasladó a Buenos Aires junto con otros técnicos y algunos mineros de Cornualles, y a continuación realizó dos viajes a la región andina; en el curso del segundo de ellos visitó también el territorio chileno.
En 1826, siendo ya obvio que la empresa carecía de perspectivas, retornó a Inglaterra, y ese mismo año publicó en Londres sus impresiones acerca de nuestro país. Su carrera de administrador culminaría una década más tarde con una tormentosa gobernación en el Canadá.
La vida y la obra de Head nos lo muestran bajo una doble faz: por un lado, firme y a veces despiadado promotor de los intereses imperiales británicos; por otro, observador sutil y por momentos sorprendentemente benévolo de algunos de los países en los que desplegó su actividad.
Aun cuando se trata de notas redactadas con apresuramiento y escaso cuidado, en Las Pampas y los Andes podemos ver que no carecía de talento literario: por tal razón, el libro ofrece, además de un acercamiento a interesantes facetas de la realidad argentina de la época, la posibilidad de un placentero ejercicio de lectura.
Francis Bond Head
                    
Francis Bond Head, que nació un 1 de enero de 1793, fue un ingeniero militar inglés que recorrió parte de nuestro país en 1825 como gerente de una empresa minera, con el objetivo de desarrollar dicha actividad en el país con miras a explotar el Famatina. Realizó dos viajes y en el segundo recorre Chile. El fracaso de su emprendimiento lo lleva de nuevo a Inglaterra.
Fruto de ese periplo, Head deja un libro denominado Las Pampas y los Andes, donde con atractivo relato nos cuenta de su actividad, y abunda en descripciones de las ciudades, sus pobladores y sus paisajes. Head murió en 1875.
De ese libro tomamos el siguiente párrafo:
“...volvamos a las vizcachas. Estos animales nunca se ven de día, pero así que el borde inferior del sol toca el horizonte salen de las cuevas, que están diseminadas por grupos, como pequeñas aldeas, en todas las Pampas. Las vizcachas completamente desarrolladas son casi del tamaño del tejón; pero con cabeza parecida al conejo, menos en los grandes bigotes tupidos.
Por la tarde se sientan fuera de las cuevas y todas parecen filosofar. Son los animales de aspecto mas serio que haya visto, y aún las vizcachitas son de cabeza gris, tienen bigotes y parecen pensativas y graves.
De día las cuevas están siempre guardadas por dos lechuzas que jamás abandonan su puesto. Cuando se pasa cerca, siempre miran al extraño y luego una a la otra, moviendo sus cabezas anticuadas, de manera ridícula, hasta que uno las atropella, y el miedo toma la mejor parte de sus dignas miradas, y se meten en la vizcachera.

ACERCA DE ESTE LIBRO: este es un texto que se ha convertido en un clásico de la literatura de viajeros por el Plata, por lo tanto ha tenido múltiples ediciones hasta estos días, por lo que no es difícil hallarlo, como así tampoco es elevado su costo. Mi ejemplar fué el primero que adquirí y el que motivó la colección que decidí llevar a cabo.

OTRAS EDICIONES

- Biblioteca de La Nación    1918 - 253 pág.

- Hyspamérica                1986  173 pág



- Ed. Tusquest               1997  224 pág 

- Elefante Blanco            2004  224 pág 



- Santiago Arcos             2007  125 pág

viernes, 2 de agosto de 2013

CARTAS DE SUDAMERICA - J.P y W. P. Robertson

                                                                   
                                                                      Emecé
                                                                  2000 - 509 pág
                                                                 

""Los hermanos Robertson -audaces hombres de negocios escoceses que lograron hacer su fortuna en nuestro país luego de la Revolución de Mayo- relatan los episodios históricos y las costumbres porteñas, sus andanzas por el litoral, la campaña de los Andes de San Martín y las luchas civiles que culminaron en la anarquía de 1820. Cartas de Sudamérica, publicado originalmente en 1843, es una notable pintura de nuestra primera década de vida independiente. ""



JHON PARISH ROBERTSON


Comerciante y financista pionero británico (1809-1830) autor de importantes libros sobre la independencia y los primeros períodos nacionales. Nació en Escocia; intentó ir al Río de la Plata a los catorce años, pero su viaje fue demorado por las noticias de las invasiones inglesas en esa región; arribó a Buenos Aires en 1809; fundó una de las primeras firmas mercantiles que finalmente operó en todo el país; comprando productos agrícolas y vendiendo artículos manufacturados, sal, mate y tabaco y que se ocupaba de sus propias operaciones y finanzas; viajó al Paraguay (1811) donde fue bien recibido y, con la ayuda del gobierno, logró transportar un cargamento de yerba mate (mil quinientos tercios) en botes de río españoles hacia Buenos Aires donde se hizo de una pequeña fortuna con su venta; a su regreso a Paraguay en febrero de 1813, fue testigo de la batalla de San Lorenzo, primera batalla americana en la que intervino San Martín (a quien Robertson ya había conocido en Buenos Aires).

A John se unió su hermano William Parish Robertson y practicaron el comercio con fines lucrativos en Asunción hasta que Francia los obligó a retirarse (1815); durante los siguientes cinco años, los Robertson acumularon otra fortuna con la ayuda del gaucho irlandés Peter Campbell, en el mercado del cuero, operando en sus propias estancias en Corrientes; en 1820, cruzaron los Andes para enriquecerse nuevamente con el comercio chileno y peruano; de vuelta a Buenos Aires, con bastante capital para invertir, los Robertson cooperaron con Rivadavia en su deseo de atraer capitales europeos (especialmente británicos) y de diversificar y desarrollar la economía argentina aumentando las operaciones mineras y estableciendo colonias agrícolas.
Los Robertson le adelantaron dinero al gobierno y ayudaron a garantizar el préstamo de la Baring Brothers; fueron accionistas del Banco de Descuentos y del Banco Nacional; organizaron la Compañía Minera Famatina que resultó ser un fiasco; trajeron a doscientos veinte granjeros y artesanos presbiterianos escoceses en 1825 para establecer una colonia agrícola en Monte Grande, en 16.000 hectáreas de tierra compradas cerca de Buenos Aires; la colonia progresó notablemente durante los primeros tres años pero la anarquía y los disturbios en todo el país de 1829 dieron como resultado violentos ataques a la colonia por parte de los vecinos que querían la tierra para el ganado; esto desintegró la colonia y dispersó a sus miembros, otra vez con grandes pérdidas para sus patrocinadores; poco después, los Robertson tuvieron que declararse en bancarrota debido a las desastrosas empresas mineras y de colonización y a la guerra del Brasil; sin duda, el profundo resentimiento y la violenta competencia de los empresarios criollos como Rosas y los caudillos provinciales contra tales empresas comerciales británicas, en especial en el interior, también desempeñaron un papel importante.
En 1830, John Robertson regresó a Inglaterra; permaneció algunos años en Cambridge y después se retiró a la isla de Wright para trabajar con Williams, en sus libros sobre el Río de la Plata y otras regiones de Sudamérica; por varias razones, estas obras son fuentes muy valiosas para profundizar en la historia de este período; están recopiladas en dos grandes obras: Cartas sobre el Paraguay traducido al español en 1920 y Cartas de Sudamérica.



ACERCA DE ESTE LIBRO  se puede encontrar por internet. En las líbrerías es difícil verlo. Este ejemplar lo adquirí por Mercado Libre.



OTRAS EDICIONES

- Editorial Nova  1946  374 pág

- Emecé           1950  3 tomos